El sol de invierno nos llama
a nosotras, el conjunto de masa
entre cuerpo y alma.
Quedan millas aún por caminar
con el viento que refresca y nuevas aguas que nadar
con la fuerza del espiral.
Una vez mas, sin esperar a triunfar.
Entonces los segundos de paz se convierten en la vida misma
aprendiendo del dolor sin sufrimiento
y llevar la alegría al descubierto.
aprendiendo a descubrir
lejos del enfoque gris.
El teatro se queda sin actores
y la existencia se convierte en un monologo
o en una profesía creada por los Maestros.
Hoy comprendo.
Llevame una vez mas, al camino del sol de invierno
con la calides entre los poros
y con el agua entre la carne y la piel
Para sentir los sueños sobre la cabeza
solo necesito pisar un poco de pereza
Sin mas frío, miro el cielo, mantos de amor
la incógnita en sí misma
y la belleza de los mil ojos en cristales.
Cuanto más necesito aún?
solo un empujón para continuar esta realidad inconclusa
Para despertar un monstruo o una musa.
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