párate, y mírame sin pensar en bonitos recuerdos
ni en cuanto nos han golpeado juntos
solo de frente
y dime si es que aún puedes quererme por una esencia
sin pensar en una anterior escena
sin esperar a volver a sentirte como cuando me viste.
Se me llenan los ojos de lagrimas cada vez que pienso en todo, porque me doy cuenta que no hay nada, es tan mínimo que no vale la pena ni pensarlo, pero no puedo evitar mirarme al espejo cada mañana y preguntarme donde están las canciones para nuestros oídos, el hijo que nunca tuvimos, donde estará la vida que nos prometimos, allá detrás de la cordillera, entonces recuerdo que ya no soñamos lo mismo, que todos se han ido, no para decepcionarme, sino, para recordarme que la vida es un viaje que acabará y que no me conviene involucrarme en nadie... porque me hará no querer terminar
Este es el aniversario de un evento sin importancia
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