Sin razones, los nervios
y sin razones, todo lo que puedo llegar a sentir
me atrapo en tu piel, tan dulce como una buena droga
agradezco que mis manos tengan memoria
y poder recordarte en cada tiempo-espacio en que tu cuerpo se movía
y recurrir cuando quiera a pensarte, disfrutarte, siempre que no estés.
Este es nuestro primer sueño
está lleno de nosotros mismos
sumergidos en melodías propias.
Tu vulnerabilidad me seduce
con la rapidez de un suspiro
simplemente vuelvo a crear un juego
en el que tu mismo me haz hecho caer.
Me haces tan sublime que ni siquiera alcanzo a dudar
me haces demasiado perceptible a tus caricias
y abusas de mi sensibilidad frente a tus besos.
No puedo hablarte sin pensar en ternura
el reflejo de sonreír al mirarte es automático
como el de sentir paz cada vez que tu voz me pronuncia.
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